Avenida de Mayo

Avenida de Mayo

Más de cien años de historia en esta simbólica avenida 

La trayectoria de la Avenida de Mayo entre el Congreso y Casa Rosada parece expresar un deseo siempre caro al espíritu republicano: unir los poderes legislativo y ejecutivo, pilares fundamentales de nuestro sistema de gobierno. Pero su traza, inaugurada en 1894, cobijó en realidad otro anhelo: ser símbolo de la Buenos Aires que pretendió emular a las ciudades más importantes de la época, afán que le ganó entonces un veleidoso apodo: “la París de América”.

El diseño de la Avenida se inspiró en los tradicionales bulevares parisinos; la gran inmigración española agregó luego otro rasgo distintivo, otorgándole una estética hispánica por la que desfiló gran parte de la historia del siglo XX. Escenario de innumerables expresiones populares, en sus cafés llegaron a discutirse las escaramuzas de las grandes guerras y hasta de la Guerra Civil Española, enfrentando a sus rivales ideológicos en polémicas tertulias.

Su recorrido alberga espacios emblemáticos, entre otros el Café Tortoni, los hoteles Astoria y Castelar, el Teatro Avenida, parte del Cabildo, el Pasaje Barolo, el edificio que perteneciera al diario Crítica (una de las primera expresiones del art decó porteño) e innumerables torres y cúpulas que buscan el cielo no bien alzamos la vista. Pero también el subsuelo recoge parte de la historia a lo largo de la línea A de subterráneos, primera de la Ciudad y de toda Sudamérica.

Desde su misma inauguración fue escenario de múltiples festejos de la Revolución de Mayo, pero también de hechos tristemente célebres, desde los ocho obreros muertos durante la represión de una protesta anarquista en Plaza Lorea allá por 1909, hasta las víctimas del primer cacerolazo sucedido en el país en diciembre de 2001.

Cuna de penas, alegrías y esperanzas, nuestra historia puede leerse desde las veredas de esta ilustre y querida avenida.

Crédito de foto: María Paula Pia para DisfrutemosBA.