Bar El Hipopótamo

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Bar El Hipopótamo

Sidra, jamones y café en un bar español con alma bien porteña.

En Brasil y Defensa, frente a la entrada principal del Parque Lezama, el Bar Británico resume anécdotas e historias, rasgo que lo integra desde el 2000 a la honrosa estirpe de Bar Notable. Sus clásicos ventanales tipo guillotinas recogieron la herencia de la pulperia "La cosechera" allá por el 1926, refugio de los ingleses ex-combatientes de la Primera Guerra, muchos de ellos empleados del vecino Ferrocarril del Sud (hoy Roca), a los que debe su nombre.

Hacia mediados del siglo pasado tres españoles compraron el fondo de comercio, suprimiendo la primera sílaba del nombre durante la Guerra de Malvinas, así hasta el fin de la contienda se convirtió en Bar "Tanico". Refugio de artistas e intelectuales, también supo reunir a noctámbulos y choferes de taxis, invocados por las luz a altas horas de la madrugada. El nutrido anecdotario podría empezar con Ernesto Sábato, habitué del lugar mientras escribía "Sobre héroes y tumbas", cuyos pasajes a menudo suceden en Parque Lezama.

Por sus mesas también pasaron multitud de personajes que adoraron la noche porteña: un rockero de estirpe como el Indio Solari, periodistas como Enrique Symms, cineastas actores, intelectuales y noctívagos anónimos que supieron rebelarse cuando la existencia del bar estuvo en duda durante el año 2006. Para fortuna del patrimonio cultural de la Ciudad, hoy el Bar Británico sigue en pie, remozado y afanado en seguir siendo testimonio de una Buenos Aires que sostiene viva su esencia en estos rincones del pasado.